domingo, 28 de junio de 2009

LOS ALUMNOS QUE MEDITAN CONTROLAN EL ESTRÉS



Distintas corrientes científicos afirman que la Meditación Trascendental es útil para los colegios: hace que los niños no estén estresados y que presten más atención en clase. ¿Será cuestión de reemplazar campanas y timbres del recreo por momentos de silencio y concentración?

En una escuela de Detroit (Estados Unidos) las clases comienzan con 20 minutos de meditación. Ahora, esta propuesta quiere incorporarse en colegios de Massachussets.
Básicamente, varios estudios demostraron que la Meditación Trascendental (MT) baja los niveles de presión arterial, reduce el estrés y mejora la concentración en clases de chicos hiperactivos.

David Rottenberg, profesor de Meditación Trascendental, afirma “toda enfermedad relacionada con el estrés se ve beneficiada, porque lo que uno realmente está obteniendo es un descanso profundo”.

Expertos de la Universidad de Michigan comprobaron que, tras 9 años de investigación, los alumnos que meditan son más felices y pueden controlar mejor el estrés. En tanto, Rosalind Store, portavoz del Comité en Pro de Colegios Libres de Estrés en Massachussets, sostuvo: “El estudiante es capaz de lograr más y pensar más claramente”. Al parecer, meditar aumenta el grosor del córtex cerebral en partes del cerebro que se ocupan de procesamiento sensorial y de la atención.

Por lo pronto, varios colegios de ese estado ya incorporaron la MT como una rutina diaria. Habrá que ver si esta nueva modalidad sigue trascendiendo.

DIWALI O DEEPAWALI


El Diwali (también Divali, Deepavali o Deepawali) es una fiesta religiosa hindú conocida también como el festival de las luces. Durante el Diwali, celebrado una vez al año, la gente estrena nuevas ropas, comparte dulces y hace explotar petardos y fuegos artificiales. Es la entrada del nuevo año hindú, y una de las noches más significativas y alegres del año.

La divinidad que preside esta festividad es Shri Lakshmi, consorte del dios Vishnu. Ella es quien otorga la prosperidad y la riqueza, por eso es especialmente importante para la casta de los comerciantes (vaisyas). También el dios Ganesha es especialmente venerado ese día. En el Este del país se venera particularmente al dios Kali. Es una de las festividades religiosas más entrañable porque permite hermanar a todas las personas de una forma muy especial, y por eso también es celebrada por musulmanes, cristianos y sikhs.
Estos últimos celebran la liberación de su sexto gurú, Hargonbind, y se homenajean a los diez gurús espirituales del Sikhismo. La fiesta tiene lugar en el decimoquinto día de la quincena oscura del mes de Kârttika (21 de octubre al 18 de noviembre), y puede durar cuatro o cinco días. Conmemora la muerte del demonio Karakàsura a manos de Krishna y la liberación de dieciséis mil doncellas que éste tenía prisioneras. Celebra también el regreso a la ciudad de Ayodhyâ del príncipe Rāma tras su victoria sobre Râvana, rey de los demonios. Según la leyenda, los habitantes de la ciudad llenaron las murallas y los tejados con lámparas para que Râma pudiera encontrar fácilmente el camino. De ahí la tradición de encender multitud de luces durante la noche empezo.

Las casas se limpian de forma especial y se adornan con diversos motivos y lámparas de aceite o velas que se encienden al atardecer. Es usual celebrar una comida compuesta de sabrosos platos y dulces, hacer regalos a las personas cercanas y familiares, los fuegos artificiales y los juegos. Es el momento para renovar los libros de cuentas, hacer limpieza general, reemplazar algunos enseres del hogar y pintarlo y decorarlo para el año entrante. Es tradición que la diosa favorecerá de forma especial a quienes se reconcilien con sus enemigos. Se aconseja instalar un altar en un lugar preferente de las casas donde este presente una imagen de Lakshmi a la que se le ofrecerán flores, incienso y monedas mientras se repite el mantra: Om Shri Mahalaksmiyai Namah.

Que quiere decir: A la Señora Gran-Fortuna le doy reverencias.
En la búsqueda del Ser me entrego a Lakshmi que otorga la prosperidad.
Al anochecer se abren todas las ventanas y puertas de las casas y en cada una de ellas se realiza un ofrecimiento de luz con una lámpara de aceite o una vela, repitiendo el mismo mantra (oración tipo canto), para que Lakshmi entre para el resto del año. También se lanzan barcos de papel o lamparillas encendidas a los ríos sagrados, cuanto más lejos vayan, mayor será la felicidad en el año venidero y se elaboran unos diseños llamados manorâ, que son unos dibujos hechos en las paredes y que se adornan durante el festival. A la salida del sol es de ritual lavarse la cabeza, lo que tiene el mismo mérito que bañarse en el sagrado Gangâ (Ganges).
El simbolismo de la fiesta consiste en la necesidad del hombre de avanzar hacia la luz de la Verdad desde la ignorancia y la infelicidad, es decir, obtener la victoria de la dharma (la religión) sobre la adharma (irreligión).

DIOSA LAKHSMI




Lakshmi es la diosa hindú de la buena fortuna, de la felicidad y de la belleza. Ella emergió de un océano de amrita (néctar divino). Usualmente se la representa con cuatro manos, en dos de ellas sostiene flores de loto y en las otras dos ella ofrece el regalo del bienestar y de la prosperidad. En ella se materializa el ideal femenino de la belleza. Es una bella joven con su largo y negro cabello, brillante y suelto, vestida con un sari carmesí con los bordes dorados. Si bien a Lakshmi se le representa definitivamente como a una joven esposa. Es la consorte de Vishnu, ella lleva la tilaka roja de la mujer casada sobre la frente y quizás también el polvo rojo llamado kum-kum en la raya del pelo; además de las diversas piezas de joyería: collares, brazaletes, tobilleras, pendientes y, por supuesto, el aro en la nariz con incrustación. Lakshmi está sentada sobre una enorme flor de loto, generalmente rosa o blanca. Imágenes y pinturas de Lakshmi se encuentran también en el hogar. Lakshmi es probablemente la divinidad del hogar más popular en la India. A la buena esposa se le llama “Lakshmi”. Si una mujer es alegre y trabajadora, si es buena cocinera, ama de casa y madre; y si los asuntos de su marido prosperan, entonces le dirán a éste sus amigos: “tu mujer es una verdadera Lakshmi” o “la diosa de la fortuna seguramente ha entrado en tu casa” - en otras palabras, tu mujer te ha traído suerte.
Aparte de estas manifestaciones populares, el simbolismo de Lakshmi es mucho más profundo. En su iconografía se la representa de pie o sentada sobre una flor de loto, que significa pureza espiritual. Según los grandes Yoguis si no estamos afianzados en la pureza interior no podemos disfrutar del don que Lakshmi representa: el tesoro espiritual de la iluminación. Es por esto que es la divinidad central del Dêpavali o fiesta de la luz, la luz infinita del alma, la luz que disipa la oscuridad de la ignorancia, la luz que aclara el camino hacia la autorrealización, que es la fortuna más grande a la que podemos aspirar, la paz interior.